Estos días estamos pendientes de la resolución de un juzgado de Valladolid, que debe pronunciarse sobre la custodia de ‘Cachas’, un West Higland Terrier que es reclamado por ambos miembros de una pareja que se separó en 2017.
La disputa sobre la custodia de una mascota tras la ruptura de una relación es por desgracia una situación frecuente, pero la particularidad de este caso concreto reside en la decisión del juez de adelantarse a la nueva ley que reforma el actual Código Civil y que por primera vez va a otorgar la condición de ‘seres vivos con sensibilidad’, en lugar de ‘cosas’ a las mascotas. Pero vayamos por partes.
Silvia y Carlos estuvieron juntos durante cinco años, tres de ellos junto a ‘Cachas’, hasta que la relación se rompió en 2017. Desde entonces el perro ha estado bajo una especie de custodia compartida en la que pasa 15 días al mes con cada uno de ellos, quienes acordaron además realizar la ‘entrega’ periódica en un centro de peluquería canina.
Pero ahora Carlos ha decidido irse a vivir a Alicante con su nueva pareja y, claro, en este caso este tipo de acuerdo es insostenible por la distancia entre ambas ciudades; así que el hombre ha solicitado la ‘tenencia en exclusiva’ de ‘Cachas’ y ofrece a su ex pareja una indemnización compensatoria, como si de un bien mueble se tratara.
No vamos a entrar en las acusaciones entre ambos sobre la idoneidad para atender y cuidar mejor a su perro porque damos por hecho que ambos le adoran y esa es la tarea del juez.
Lo que nos llama la atención de esta demanda es que por primera vez un juez se ha adelantado a la ley y ha tenido en cuenta al perro, tratándole como un ser vivo, alguien que siente y no como un objeto o ‘cosa’, como se refleja en el actual Código Civil.
De ‘bienes semovientes’ a ‘seres vivos con sensibilidad’
En la legislación actual los animales son considerados ‘bienes semovientes’, pero la nueva ley que está a punto de aprobarse les va a otorgar un estatus más afín a la realidad y se tendrán que modificar varios artículos del Código Civil relativos al convenio regulador en los divorcios, separaciones o nulidad matrimonial para que un perro o un gato no sea considerado un objeto más a repartir, sino que prime su bienestar y el interés general de la familia; y este juez del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid ha decidido hacerse eco de la sensibilidad y el sentir general de la sociedad, decisión que ha sido muy aplaudida por la opinión pública.
Recordemos que ya en 2015 hablábamos sobre la demanda en change.org para un cambio en la ley:
Porque no se trata solo de cambiar términos o definiciones jurídicas, se trata de ‘amoldar la legislación a la sociedad contemporánea y al reconocimiento, afecto y respeto que se merecen los seres vivos con los que compartimos vida e incluso convivencia’.
En 2017 se acordó reformar la ley, pero esta reforma está actualmente paralizada por la disolución del Congreso y las elecciones generales y se estima que entre en vigor en la próxima legislatura.
Así que el juez, con la ley actual en la mano, podría haber atendido la petición del demandante y permitirle quedarse con ‘Cachas’ a cambio de que este compensara económicamente a su ex pareja, pero, tras intentar que ambos llegaran a un acuerdo amistoso, ha afirmado que la sentencia tendrá en cuenta los intereses y el bienestar del perro y no será tratado como un bien más a repartir.
Vía: 20 minutos
También puedes ver: Los españoles tienen ya registrados más de 13 millones de mascotas
Leave a Reply