¿Sabías que un perro encerrado en un coche al sol puede llegar a morir en solo 20 minutos? Esto corrobora la enorme imprudencia de ausentarse del vehículo aunque solo sea un rato y dejar al perro esperando en el interior.
Te contamos cómo prevenir los golpes de calor en un perro, cómo identificarlos y cómo reaccionar en caso de que ya se haya producido.
Los golpes de calor se originan, tal y como nos lo explican en simiperrohablara.com, cuando ‘la capacidad termorreguladora del organismo del perro es superada por la ganancia de calor ambiental’.
Esto puede producirse por la exposición del can a temperaturas muy altas o después de un ejercicio físico muy intenso sobre todo en determinados ambientes cálidos y húmedos.
Ya sabemos que su organismo carece de glándulas sudoríparas y no transpira como el del ser humano, sino que para regular su temperatura corporal, los perros tienen que acelerar su respiración y jadear; pero a veces les superan las condiciones externas y es cuando se presentan estos cuadros de deshidratación y golpes de calor.
En un post anterior hablamos sobre cómo ayudar a nuestro perro a combatir el calor y cómo evitar los golpes de calor, pero ahora vamos a hablar sobre cómo identificarlos y cómo reaccionar para salvar la vida de nuestra mascota.
Los síntomas de un golpe de calor en un perro se manifiestan en función de la gravedad de la situación, de hecho pueden evolucionar hasta provocar la muerte. Así nos los describen en simiperrohablara.com:
Los síntomas iniciales pueden ser intranquilidad, jadeo constante y exagerado, debilidad, saliva muy espesa, mareos o incluso vómitos. Si no se auxilia al perro y se lo refresca, los síntomas pueden derivar en temblores, convulsiones, pérdida del conocimiento y finalmente la muerte.
Mayor riesgo en algunos perros
Algunos perros manifiestan mayor sensibilidad a las altas temperaturas bien por su menor capacidad de termorregulación corporal o por otras causas que les dificultan una reacción mayor.
Así, los cachorros, perros muy mayores, aquellos que tienen sobrepeso, insuficiencia cardiaca o respiratoria u otras enfermedades crónicas, son más vulnerables al calor; también algunas razas más chatas como el Bulldog Francés, el Bóxer o el Pequinés son especialmente sensibles a sufrir golpes de calor, ya que carecen de una correcta capacidad de refrigeración al tener las vías respiratorias acortadas, con lo que habrá que tener especial cuidado en estos casos.
Si identificas alguno de los síntomas descritos anteriormente o sospechas que tu mascota está sufriendo un golpe de calor, actúa con la mayor celeridad. Para ello tendrás que:
- Refrescarle humedeciendo su cuerpo con un paño húmedo o introduciéndolo directamente en agua fría, no congelada, mientras masajeas sus extremidades para favorecer la circulación sanguínea.
- Intentar bajar la temperatura ambiental, bien con aire acondicionado o creando corrientes o, en su defecto, llevarle a un sitio más fresco.
- Hidratarle en la medida de lo posible ofreciéndole agua fresca.
- Llevarle inmediatamente al veterinario aunque se encuentre mejor para que puede descartar daños internos y así cerciorarte de su recuperación.
Y recuerda que lo importante es prevenir para que no tengamos que ser testigos y mucho menos cómplices de situaciones como las acontecidas estos últimos días; me refiero al perro que tuvo que ser rescatado en Aspe por la Guardia Civil cuando estaba a punto de desfallecer en el interior de un coche y al perrito que se lanzó desde un balcón en Barcelona porque no encontró otra forma mejor de hacer frente al calor. Afortunadamente ambos canes se encuentran en perfecto estado, pero muchos otros no corrieron la misma suerte.
Vía: simiperrohablara
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