Hace unos días conocíamos la sentencia de una juez de Palma que enviaba directamente a la cárcel a un hombre acusado de matar a golpes a su caballo en diciembre de 2012.
No es esta la única sentencia que implica prisión por maltrato animal, ya que en el mismo juzgado de lo penal 8 de la capital balear se ha acordado que ingrese en prisión otro condenado a un año de cárcel por dejar morir a su perro de hambre en abril de 2013.
Dos sentencias pioneras que tienen detrás dos historias aberrantes.
Sorky
Sorky era un caballo de carreras que fue asesinado a golpes por su propietario tras un mal resultado en un prueba de trote en Manacor.
¿Cuesta creerlo verdad? Pues sí, el individuo asestó a Sorky infinidad de golpes con un palo hasta acabar con su vida, tal y como califica la juez empleando una inusitada violencia sobre el animal.
A pesar de que la pena de 8 meses impuesta no requiere prisión por ser inferior a 2 años, la juez ha pedido su reclusión porque la suspensión del cumplimiento de la pena podía convertirse en un mensaje «antipedagógico».
Imaginemos que cualquiera pueda torturar y matar a un animal y luego pagar una multa o realizar algún tipo de servicio comunitario ¿sería ejemplarizante?.
Un perro sin nombre
No conocemos su nombre ni siquiera sabemos si lo tenía, ya que poco parecía importarle a su dueño su mera existencia.
De lo contrario no le habría abandonado a su suerte en el patio de una casa, amarrado con una cuerda muy corta, sin alimento y sin refugio.
El pobre can murió a los pocos días de ser rescatado en estado famélico, deshidratado, enfermo; una muerte que la magistrada consideró cruel y brutal, una lenta y angustiosa agonía.
La muerte de hambre, en humanos y en animales, es una de las más crueles, lo cual es de público conocimiento, y además produjo una lenta y angustiosa agonía al perrito que duró meses.
El responsable de este acto tan aberrante fue condenado a un año de prisión y aunque cabe recurso, la juez ha decidido que la pena debe hacerse efectiva para evitar la sensación de impunidad de estos casos.
Hay un tercer caso pendiente en Segovia donde otro hombre fue condenado en 2010 a seis meses por tener perros abandonados, sin comida ni bebida entre basura.
Aunque no llegó a cumplir la pena, ahora ha sido denunciado por reincidente y está a la espera de juicio.
Esperemos que estas sentencias ayuden a disuadir a quien valora tan poco la vida y el amor de los animales.
Vía: El Mundo, Diario de Mallorca
También puedes ver: Una petición en change.org solicita que la ley no considere a los animales ‘cosas
Leave a Reply