La hora del baño de nuestra mascota puede convertirse en un momento divertido lleno de complicidad y mimos o en una tortura para ambos, todo depende de tu propia actitud y la personalidad de tu perro, pero también de cómo prepares el terreno y de tu pericia a la hora de llevarlo a la práctica.
Vamos a repasar diez consejos muy prácticos que te facilitarán la tarea del baño de tu perro y además harán que resulte más efectivo, consiguiendo una higiene adecuada y completa.
Escoger bien el lugar del baño
Si tienes la suerte de disponer de jardín o un lugar al aire libre y el clima te lo permite, bañar a tu perro en el exterior suele ser una muy buena opción. Elige un balde o recipiente que resulte cómodo a tu mascota y evita el agua excesivamente fría, mejor tibia.
Si decides que el baño se va a realizar en el interior de la casa, una alfombrilla de goma en la bañera evitará que tu perro resbale y se sienta más seguro.
Elegir el champú adecuado
Elige un champú específico para animales domésticos en función de las necesidades de tu mascota, pero descarta los champús para personas o lo que es peor detergentes o jabones para otros fines.
La piel de nuestras mascotas es muy diferente a la nuestra, no solo en lo referente al PH, sino también en cuanto a grosor, equilibrio lípido, flora bacteriana e incluso vulnerabilidad. De ahí, que la higiene canina deba ser necesariamente distinta.
Preparar todo el material necesario
Anticipa todos los utensilios que vayas a usar durante el baño: champú, toallas, cepillo, manopla, cortauñas…y mantenlos a tu alcance para que no tengas que dejar solo ni un segundo a tu perro, ya que es probable que éste aproveche el más mínimo descuido para dar por finalizada la tarea y marcharse.
Cepillar antes de iniciar el baño
Es muy importante eliminar todo el pelo suelto y deshacer nudos antes del baño, porque ademas de facilitar la tarea, ayudas a que la higiene sea más completa, ya que el pelo enmarañado acumula suciedad y es más difícil de eliminar.
Lo ideal es usar una carda e incluso cortar esos nudos más rebeldes teniendo especial cuidado en los más cercanos a la piel para evitar cortes o arañazos.
Usar manopla en el enjabonado
El enjabonado se puede realizar con la ayuda de una manopla que hará que el champú penetre y se reparta mejor, consiguiendo una higiene más completa y un pelo más brillante.
Recuerda que los champús para animales domésticos suelen ser muy concentrados y que es conveniente diluirlos con un poco de agua hasta conseguir la textura ideal para una mejor aplicación. Utiliza lo justo y necesario para facilitar el aclarado.
Dejar la cabeza para el final
Lo ideal es enjabonar primero el cuerpo desde el cuello hasta la cola, para finalizar con la cabeza. El aclarado por el contrario es mejor empezarlo por la cabeza, para que las zonas más sensibles al agua y jabón como los ojos y oídos estén expuestas el menor tiempo posible.
Sin prisas y sin estrés
Todo el baño debe realizarse con tranquilidad, sin alargarlo en exceso, pero que nuestro perro no perciba nerviosismo ni estrés por falta de tiempo.
Podemos aprovechar también este momento para revisar la largura de sus uñas y completar la higiene de sus oídos y la zona ocular.
Un buen secado con toalla
Un buen secado con toalla evitará que ese exceso de agua acabe en lugares no deseados. Cuanto más agua se retenga en la toalla, menos saldrá ‘disparado’ cuando el perro se sacuda, acción que va a realizar con toda certeza, ya que constituye para él un acto reflejo además de proporcionarle cierto bienestar.
Mantenerle entretenido hasta que finalice el secado
Podemos completar el secado con un secador de pelo siempre y cuando no suponga una tortura para el animal. Hay perros a los que les gusta el calorcito del secador y a quienes solo verlo y oírlo les produce pánico. Ojo con la tempertura, no vayamos a pasarnos con el calor.
Y ojo también, sobre todo en los baños en el exterior, si dejamos solo al perro tras el baño, porque lo más probable es que vaya a retozar y revolcarse para eliminar ese exceso de humedad, pudiendo mancharse de nuevo. Lo mejor es tenerle entretenido jugando o realizando cualquier actividad hasta que esté completamente seco.
Evitar fragancias excesivas
Y algo que parece tan obvio, pero que por si acaso recordamos: los perros no tienen que oler como las personas. No debemos perfumarles ni vaporizarles, ni utilizar ningún producto cosmético humano para disfrazar su olor natural, una higiene adecuada con un champú específico para animales domésticos es suficiente.
Si el perro desprende mal olor a pesar de la higiene, lo mejor es consultar al veterinario, ya que puede haber otras causas que pueden ser tratadas y que nada tienen que ver con la limpieza.
También puedes ver: La higiene de tu mascota
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