Miles de usuarios de las principales redes sociales están publicando fotos de sus mascotas bajo el hashtag #elveranoencasa, una etiqueta que reivindica algo tan lógico y natural como un verano en familia, sin excepciones, y trata de hacer frente a un problema muy latente en este país: la alta tasa de abandono animal, especialmente ahora en vacaciones.
En noviembre de 2014 nos impactaba la noticia de que una empresa surcoreana estaba clonando mascotas y nos preguntábamos si esta práctica sería percibida en un futuro próximo como una especie de resurrección o una auténtica aberración.
La perrera de Bilbao lleva desbordada más de dos años, tal y como advierten las portavoces de APA Puppy y Felinos Bilbao, las dos asociaciones que colaboran con las instalaciones municipales, de ahí que hayan decidido convocar para hoy a las 20:00 una manifestación que partirá desde el Ayuntamiento, para dar visibilidad al problema y promover la adopción y, también, para denunciar el maltrato animal y en contra de los sacrificios.
Estos días estamos pendientes de la resolución de un juzgado de Valladolid, que debe pronunciarse sobre la custodia de ‘Cachas’, un West Higland Terrier que es reclamado por ambos miembros de una pareja que se separó en 2017.
La disputa sobre la custodia de una mascota tras la ruptura de una relación es por desgracia una situación frecuente, pero la particularidad de este caso concreto reside en la decisión del juez de adelantarse a la nueva ley que reforma el actual Código Civil y que por primera vez va a otorgar la condición de ‘seres vivos con sensibilidad’, en lugar de ‘cosas’ a las mascotas. Pero vayamos por partes.
Los animales registrados en España como mascotas ya superan los 13 millones, aunque la cifra se estima muy superior, ya que en algunas comunidades autónomas no es obligatorio registrar a los gatos y, además, hay personas que no lo hacen en ninguno de los casos, sea la mascota que sea.
Estamos habituados a ver a mamás perro hacerse cargo de las camadas de otras especies o de adoptar criaturas huérfanas de lo más dispar, desde monos hasta jabalíes, pero hoy la protagonista es Pusha, una gata que se ha hecho popular estos días por adoptar a cuatro ardillas en un parque de Crimea. Esta es la historia.
Las redes sociales han arremetido contra una mujer china que ha ingresado a su gato en una clínica para que le practicaran una blefaroplastia asiática, también conocida como operación de doble párpado, intervención muy común en personas de rasgos asiáticos.
Por lo visto, a la mujer le parecía que su gato tenía los ojos feos y no se lo pensó dos veces, decidió que el animal necesitaba unos retoques y debía pasar por el quirófano.
Habíamos oído hablar de la figura del Courthouse Dog en otros países, el perro que asiste a víctimas de delitos o a testigos de sucesos violentos mientras estos declaran en el juzgado, pero desconocíamos el estupendo trabajo que están realizando en nuestro país, ayudando a niños traumatizados por la violencia machista que han sufrido sus madres dentro de su propio hogar.
Hace unos meses la Policía alertaba de la proliferación de salchichas con clavos o cebos envenenados en parques y solicitaba la colaboración ciudadana para evitar daños mayores.
Por desgracia, cada vez se dan más casos de perros o gatos que ingieren estos cebos trampa y muchos acaban en quirófano con grandes lesiones o incluso fallecen como consecuencia de ellas. Pero ¿qué clase de persona es capaz de desear tanto mal y provocar tanto dolor?
Pixar acaba de presentar Kitbull, un nuevo corto de animación dentro de su serie #sparkshorts, que tiene como protagonistas a dos personajes muy especiales: un pitbull tierno y cariñoso, y un gatito tímido y juguetón. Ambos consiguen enamorarnos desde el minuto uno y nos mantienen enganchados, pañuelo en mano, durante los ocho minutos que dura el cortometraje.
